
La cirugía de ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las más frecuentes entre deportistas y personas activas que sufren lesiones graves de rodilla. Aunque la reconstrucción quirúrgica del LCA es eficaz, el proceso de rehabilitación de rodilla suele ser largo y demandante.
En los últimos años, los tratamientos regenerativos han ganado protagonismo por su capacidad para acelerar la recuperación, disminuir el dolor y favorecer la regeneración de los tejidos.
En este artículo exploraremos las principales terapias regenerativas aplicadas en la recuperación postquirúrgica del ligamento cruzado anterior, disponibles en Trauma Medical.

Se estima que entre el 30 % y el 40 % de los pacientes sometidos a una cirugía de reconstrucción del LCA desarrollan una lesión osteocondral, que puede evolucionar hacia una artrosis temprana en los primeros cinco años tras la intervención. Esta progresión suele estar relacionada con una inflamación sinovial crónica persistente, que muchas veces pasa inadvertida y no se trata de forma oportuna.
El objetivo de la terapia regenerativa es, en una primera fase, revertir la inflamación crónica y, en una segunda, estimular los procesos de regeneración para restablecer el equilibrio articular. Esto resulta esencial para recuperar una marcha funcional, prevenir futuras complicaciones y optimizar los resultados de la cirugía.

Los tratamientos regenerativos son un conjunto de terapias médicas que estimulan la reparación y regeneración de tejidos dañados mediante mecanismos biológicos y tecnológicos avanzados. No solo buscan aliviar el dolor, sino también restaurar la estructura y función de los tejidos lesionados, especialmente en ligamentos, cartílago y músculos.
A continuación, se detallan algunas de las terapias más utilizadas en la recuperación postquirúrgica del ligamento cruzado anterior:
Plasma Rico en Plaquetas (PRP)
El PRP es una terapia que utiliza la propia sangre del paciente. Se extrae una pequeña muestra, se procesa para concentrar las plaquetas y factores de crecimiento, y se aplica directamente sobre la zona lesionada.
En la recuperación del LCA, el PRP contribuye a:

Láser de Alta Intensidad
El láser de alta intensidad es una terapia no invasiva que emplea luz de alta energía para penetrar los tejidos y estimular los procesos celulares de reparación.
En el tratamiento del ligamento cruzado anterior, sus principales beneficios son:
El láser de alta intensidad estimula los procesos de reparación celular y mejora la circulación local.
Sus beneficios incluyen:
Magnetolith (EMTT)
El Magnetolith, basado en la tecnología EMTT (Extracorporeal Magnetotransduction Therapy), utiliza campos electromagnéticos de alta frecuencia para estimular el metabolismo celular y acelerar la reparación tisular.
En pacientes con lesiones o reconstrucción del LCA, este tratamiento ayuda a:
Este tipo de terapia regenerativa está disponible en Trauma Medical con tecnología de última generación.
PEMFIT
PEMFIT es una tecnología que aplica estimulación electromagnética focal para promover el fortalecimiento muscular de manera no invasiva.
Durante las primeras fases de rehabilitación postoperatoria del ligamento cruzado anterior, ayuda a:
Fisioterapia y rehabilitación postoperatoria del LCA
Una vez iniciado el proceso de regeneración, es fundamental complementar las terapias con un programa personalizado de rehabilitación física.
Los objetivos en esta etapa son:
Conclusión
La cirugía del ligamento cruzado anterior representa solo el primer paso hacia una recuperación integral.
Los tratamientos regenerativos, aplicados junto a una adecuada rehabilitación física, ofrecen un enfoque moderno y eficaz para acelerar la curación, reducir el dolor y mejorar la funcionalidad del ligamento reconstruido.

Cada caso es único, por lo que es esencial contar con la orientación de un equipo médico especializado en traumatología y medicina regenerativa, como el de Trauma Medical.